La Belleza de los Alcatraces

Con la colaboración de Rafael Ramírez.

El alcatraz es una flor elegante, muy utilizada para bodas o ceremonias, pues se trata de una flor llena de pulcritud, fineza y durabilidad. Dicen que soñar o incluso regalar alcatraces blancos, significa amabilidad, compasión, sensibilidad, placer y belleza. En nuestra cultura mexicana, también representan uno de los múltiples elementos que evocan nuestras raíces.

La mayoría de las personas acostumbra regalar las típicas rosas, para manifestar un sentimiento a la persona que las recibe, pero son pocos los que conocen e incluso regalan alcatraces para el mismo fin.

Cuando muchos de nosotros comenzamos una relación, festejamos un aniversario, cumplimos años, o cuando nos sorprenden con un obsequio especial, siempre es muy lindo recibir flores y nos genera un gusto enorme; incluso algunos las guardamos al interior de libros o revistas, para mantenerlas en el presente de nuestra vida. Al igual que la música, las flores siempre forman parte de las “atmósferas” de nuestro diario andar, para bien o para mal, ¿quién recuerda un diez de mayo sin flores?, ¿una fiesta sin centros de mesa conteniendo dicho elemento?, ¿bodas, bautizos, graduaciones, eventos familiares, religiosos o hasta profesionales?

La Belleza de los Alcatraces

Como todo elemento vivo, las flores y plantas requieren de ciertos cuidados para subsistir; por ejemplo los alcatraces requieren una cantidad específica de humedad, muy poco sol y obvio, tierra con abono, que aporta nutrientes para su crecimiento. ¿Será acaso que las relaciones sentimentales también requieren de ciertos cuidados, de atención, de algo de “sol” y un poco de “abono”, para que aporte los “nutrientes” necesarios, para que esa relación “florezca”?

Las relaciones son como las flores, debemos sembrar de entrada la semilla de la amistad y la confianza, pero conforme se va desarrollando, debemos darle los requerimientos para que se consolide en una relación que poco a poco irá creciendo.

Los alcatraces son originarios de África; sin embargo, se han ido adaptando al clima mexicano y hoy son fácilmente visibles en las bodas, en el ramo principal de la novia, o en arreglos florales combinados con otras flores para regalar el día de los enamorados.

Así como es difícil cultivar flores, en el mundo de las relaciones se padece el mismo mal, porque aunque las “siembres” con todo el cariño, no tienes la garantía de que se consoliden; además cada tipo de flor conlleva cuidados muy peculiares, y en las relaciones es lo mismo, cada una de ellas es única y original. Pero no significa que porque una no prosperó, todas terminarán muriendo.

Lo importante es darnos la oportunidad de relacionarnos y aprender maduramente de nuestras “malas siembras” anteriores, para no cometer los mismos desaciertos y así tener la certeza de que algún día muy seguramente podremos tener una bella flor, al lado de una muy buena relación.

No importa que flor elijamos, cual nos guste más o qué tipo de relación es la que nos guste vivir, lo importante es entender que alguna de ellas se ajustará a nuestra personalidad y a nuestras necesidades afectivas. Cuando vengas a Sierra Lago, no dejes de echarle un vistazo a la belleza de nuestros alcatraces; ahora ya sabes qué significan.

La Belleza de los Alcatraces