Las licores más célebres se toman puros (“o derechos”) pero también en cocteles; así, por ejemplo, la ginebra se convierte en Martini, el ron en Cuba Libre, el vodka en Medias de Seda, el coñac en París de Noche, el whisky en Café Irlandés, el champán en Mimosas y hasta el vino tinto en Sangría. Por eso no es de extrañar que una bebida tan conocida mundialmente como el tequila tenga también presentaciones cocteleras muy conocidas, como la mundialmente famosa Margarita o la un poco menos conocida Paloma.
Sin embargo, en Jalisco, cuna del tequila, también es posible encontrar otros cocteles, más locales, que son delicia para los bebedores y que llevan tequila como ingrediente principal; nos encontramos entonces con nombres tan simpáticos como Cantaritos Locos, Bloody Mariachi o nuestra bebida de hoy, las Cazuelas Voladoras.
El Origen de las Cazuelitas
Aunque algunas versiones sostienen que las cazuelas se originaron hace 30 años en La Barca, Jalisco, (a unos 100 kilómetros de Guadalajara), la verdad es que alcanzaron su fama en San Pedro Tlaquepaque, municipio conurbado de la Zona Metropolitana de Guadalajara, y el lugar donde se popularizaron fue en El Parián.
El Parián es una atracción turística donde se percibe inmediatamente la vibrante cultura y tradición mexicana. Aunque hay quienes le llaman entre irónica y alegremente «la cantina más grande de México”, lo cierto es que su ambiente se mantiene familiar, con arquitectura muy llamativa; un kiosco central, pequeños jardines, restaurantes de comida mexicana, artesanías y ¡19 cantinas! a su alrededor. Aquí puedes disfrutar música de mariachi y, en ocasiones, ver los bailables que presenta un ballet folklórico.
Venir al Parián y no comer carnitas, beber tequila y oír mariachis es impensable, y precisamente para lograr una bebida más suave se crearon las “Cazuelitas Voladoras”. Las cazuelas, primas cercanas de las Palomas y los Cantaritos de Amatitán (una especialidad similar servida en jarros), son muy refrescantes, no sólo por la combinación de sus ingredientes, sino porque llevan hielo y se sirven en una cazuela de barro.
La cazuela no debe ser muy grande, de unos 20 centímetros de diámetro y unos 10 de altura. Y aunque la bebida se llama así por la cazuela en que se sirve, la verdad es que puedes prepararla en cualquier recipiente parecido que tengas en casa.
Prepara tu Propia Cazuelita
Aquí te decimos cómo preparar esta refrescante bebida:
Ingredientes
PARA 1 CAZUELA
- 1/2 taza de Jugo de Toronja.
- 1 taza de Jugo de Naranja.
- El jugo de un limón.
- 1 onza de Tequila blanco.
- 1 Toronja, en rodajas y en cuartos.
- 1 Naranja, en rodajas y en cuartos.
- 2 Limones en rodajas.
- 1 taza de Refresco de Toronja.
- 2 cucharadas de Sal.
- Hielo al gusto.
- 1 Cazuela de barro chica.
Procedimiento
- Escarcha el borde de la cazuela con limón y sal.
- Añade los jugos y el tequila en la cazuela.
- Agrega hielo y mezcla.
- Acomoda las rodajas de fruta.
- Vierte el refresco y sirve.
Algo muy positivo de esta bebida es que si no quieres tequila, pues lo omites ¡Y listo! Así que es ideal para quien consume alcohol y para quien no. Pero cuidado, si la eliges con tequila debes saber que se llaman “Voladoras” precisamente porque el alto contenido etílico del tequila “se disfraza” con los dulces sabores de los cítricos, por lo que es probable que casi no sientas la fuerza de la bebida y después de tomar un par termines “volando”.
¿Dónde Encontrar las Mejores Cazuelas Voladoras?
El Abajeño
Actualmente, las cazuelas se encuentran en las cantinas y restaurantes campestres de Jalisco. Otro restaurante, además de El Parián, que ha hecho famosas las Cazuelitas es El Abajeño, un lugar campestre que ofrece platillos regionales clásicos como birria, tortas ahogadas y tacos paseados. Aquí se sirven las cazuelas desde que el restaurante abrió en 1979.
El Abajeño ofrece cazuelas preparadas con 45 tequilas diferentes. Sus precios varían desde 100 pesos si se prepara con un tequila blanco, hasta 250 pesos si lo prefiere añejo, como Herradura o Don Julio 70. Incluso hay quienes piden las cazuelas con ron, vodka o whisky.
El Abajeño vende 40 o 50 cazuelas diarias entre semana y la asombrosa cantidad de 500 u 800 en fin de semana. «Lo que a la gente le gusta de nuestras cazuelas, afirma el gerente, es que pueden disfrutarlas en un ambiente tradicional. Todos los días tenemos mariachi en vivo; y sábados y domingos tenemos ballet folclórico». «A muchos les gusta pararse de su silla y cantar acompañando al mariachi. Pueden venir aquí y sentirse artistas por un día».
En cuanto a las cazuelas de barro, están fabricadas en Tonalá, localidad cercana, famosa por sus productos artesanales. Una forma muy común de beber una cazuela es con popote; sin embargo, el plato tiene asas a ambos lados para levantarlo y beber directamente de él. Como la elijas, ¡salud!