Las Bondades de "Afilar la Sierra"

Afilar la sierra significa preservar y realzar el mejor activo que tienes: TÚ. Es tomar tiempo para detenerse un momento y pensar en cómo mejorar. Necesitamos tiempo para descansar y disfrutar, en eso consiste afilar la sierra.

Los viajes de incentivos son una excelente ocasión para afilar la sierra y hacer team building, es decir, construir equipo. Son la excusa perfecta para motivar a tus empleados a fin de alcanzar objetivos laborales o para premiarlos por sus logros. También sirven para cohesionar a los distintos departamentos de una empresa, o incluso para fidelizar clientes.

En resumen, son perfectos para reunir a tus trabajadores en un ambiente distendido, estrechar vínculos y crear sinergia, respirando las 24 horas del día tus valores de empresa y tu imagen de negocio.

Tipos de viajes

tipos de viajes de incentivo

Los viajes de incentivos pueden estar hechos a medida. Cada empresa puede elegir el tipo de evento en función de sus valores de marca.

Estos son los más comunes:

Viaje de actividades en grupo: Con esta modalidad se incentiva la realización de tareas en conjunto, se transmite cohesión empresarial y la importancia del trabajo en conjunto.

Viajes deportivos: Su nexo central es la práctica de algún deporte, que por lo general suele ser en equipo. La intención es estimular el espíritu de competición desde el compañerismo y el respeto.

Viajes de lujo: Se trata de estancias en hoteles de cuatro o cinco estrellas en régimen de todo incluido y con acceso a tratamientos, spa, etc. Ideal como recompensa tras un año de trabajo bien hecho.

Viajes de aventura: Con actividades relacionadas con la naturaleza, como safaris o rutas de montaña. También incluye la práctica de deportes de aventura como el rafting o la escalada que ayudan a liberar tensión y a desconectar.

Viajes culturales: Acentúan la parte creativa y formativa de los trabajadores con visitas a museos, centros históricos, galerías de arte…

La duración de los viajes de incentivo es variable, pues pueden ir desde un día hasta una semana. Según estudios, la duración media de los viajes de incentivos es de 4 ó 5 días

¿Cómo organizar viajes de incentivos?

La planificación y desarrollo de los viajes de incentivos es fundamental, pues ahí reside el éxito o fracaso del evento. Según un estudio de Incentive Research Foundation los viajes de incentivos bien diseñados y ejecutados pueden aumentar la productividad de ventas en un 18% y producen retorno de inversión de hasta el 112%.

Antes de organizar un viaje de incentivos es conveniente realizar un informe que resuma los siguientes puntos:

  • El destino o destinos ideales
  • Número de participantes
  • Fecha idónea para la celebración
  • Objetivos a lograr
  • Actividades a desarrollar durante el viaje
  • Tipo de alojamiento deseado y los servicios necesarios para la estancia

Es habitual es que se lleven a cabo en complejos hoteleros que reúnen en un mismo lugar todas las instalaciones necesarias para su exitoso desarrollo.

Puntos a tener en cuenta antes de organizar un viaje de incentivos

Puntos a tener en cuenta antes de organizar un viaje de incentivos

Según un estudio del periódico estadounidense USA Today el 93% de los ganadores de una gratificación empresarial prefieren los viajes ante otros incentivos. Por lo tanto, hay que valorar aspectos como los siguientes:

  • La diferenciación y originalidad: hay que intentar no repetir destinos ni organizar siempre las mismas actividades. En la sorpresa está el éxito.
  • Igualar la balanza entre negocio y ocio: aunque se trate de un evento empresarial, no hay que olvidar que tiene un punto de recreo que debe reflejarse en el programa.
  • Rangos de edad: se ha de tener en cuenta tanto la edad como el sexo de los participantes, pues los gustos pueden variar mucho.
  • Buscar destinos novedosos: Muchas veces se recurre a los destinos nacionales pensando que son más económicos cuando hay opciones internacionales asequibles y atractivas para los asistentes.

En conclusión, las posibilidades de los viajes de incentivos son infinitas y los beneficios a nivel corporativo innumerables. Motivación, cohesión, valor de marca, fidelización… ¿Por qué no «afilar la sierra” con un Retiro de Desarrollo Empresarial en Sierra Lago?